lunes, 29 de abril de 2024

RELATO CORTO: MÁS ALLÁ DE MÍ



Quise abrir la puerta rápidamente pues estaba muy cansada busqué por toda la cartera y no encontraba las llaves, la impaciencia parecía ganarme y dije: -tranquila… busca bien y no te alteres- (hace mucho comprendí que hablarme era un buen calmante); las llaves estaban en el bolsillo derecho de mi pantalón.
 
Que alivio era llegar a casa… poder quitarme los zapatos y la ropa pesada, preparar algo de comer, encender la televisión y recostarme en el mueble grande… definitivamente, esos eran los momentos de felicidad que, después de un largo día de trabajo, extrañaba.
 
De pronto el celular sonó, era un mensaje, algo extraño en realidad pues mi número de amigos era bastante limitado últimamente. Sin hacerme ilusiones lo leí, un amigo me deseaba dulces sueños y es entonces que la sensación de dolor en mi pecho comenzó a molestarme. No era taquicardia o algo que se le pareciera, simplemente era nostalgia, nostalgia al verme sola y no saber cómo es que llegué hasta donde estaba, de no recordar cuándo o como me había exiliado del mundo totalmente.
 
Para evitar seguir pensando o sintiendo, cogí un libro y busqué una página cualquiera, necesitaba algo que quitara de mí esos pensamientos absurdos o esos recuerdos muy bien enterrados, pero no pude más, no sé si fue el mal día que tuve, el estrés de la última temporada, la lluvia de la noche o quizá la novela de las 9:00 pm pero unas cuantas lágrimas rodaron lentamente por mi mejilla y no encontré la razón aparente para seguir evadiendo mi más grande problema: la soledad.
 
Dicen que la soledad es buena amiga, o mala consejera y hasta necesaria para cualquier ser humano; pero para mí en ese momento era la más cruel venganza o la más acertada maldición.
Entonces recordé que para no herirme más dejé todo, familia, amigos, trabajo, país… hasta mi aspecto exterior era otro, no más castaña, ahora pelirroja, no más faldas sólo pantalones, siempre gimnasio, comida sana… realmente era otra, pero aquella noche me sentía tan perdida, como una niña de 5 años que dejan por primera vez en el colegio y no sabe qué hacer, pensando que sus padres la dejan para siempre allí.
 
Una ducha era la solución, así que lo hice; un té para relajarme, una oración y al cerrar los ojos… de pronto todo silencio y a media luz podía ver los recuerdos de mi pasado (que no era malo, tampoco oscuro) cerca de mi cama, como esperando que me atreva a despertar para enfrentarlos o que me termine perdiendo en ellos.
 
Era ahora o nunca, encendí la luz, me cambié y salí a caminar; ya no llovía y podía sentirse el olor maravilloso de la tierra mojada, la pureza del aire, las calles desiertas pero con vida, caminé sin rumbo fijo hasta que recordé a mi viejo amigo Toto, jamás supe porque le decían así, él no permitía que le digan señor, así que Toto resultaba familiar y más aún si estaba sola. Fui en dirección a su casa, aún sabiendo que era muy tarde para hacer una visita, la luz del pequeño estudio estaba encendida y pude ver su silueta que paseaba como impaciente, hasta que se detuvo vino hacia la ventana, corrió la cortina y me vio. Vaya sorpresa, cuando le oí decir -¿por qué tardaste tanto?-
 

Algo perpleja sonreí, supongo que notó en mi rostro la sorpresa y sonriendo dijo: -No debes sorprenderte Lais, no soy hechicero ni veo el futuro, te llamé para hacer una consulta, no contestaste y supuse que habrías salido ¿a dónde? Como no tienes muchos amigos por este lugar, supuse nuevamente que habías salido a caminar y que necesitabas hablar  con alguien ¿a dónde más vendrías o en quien más pensarías sino fuera en tu buen amigo Toto?-
 
Le di un fuerte abrazo por tres razones: me había hecho reír mucho ante aquella deducción lógica, era lo más cercano a una familia que tenía y había un riquísimo olor a chocolate proveniente del pequeño termo en su impecable escritorio.
Luego de hacerme la respectiva consulta musitó: -ahora, te escucho- y se acomodó en sus silla tan despierto y concentrado como si fuera un psicólogo presto a escuchar al paciente; miré el reloj y eran las 12 de la noche, hora no apropiada para visitar, hora no apropiada para conversar y hora no apropiada teniendo en cuenta que al siguiente día tenía que trabajar. Debió haber leído mis pensamientos porque voz dulce comentó -jamás para hablar es tarde cuando la tristeza es grande y la confusión invade-
 
Le conté sobre mi vida en la actualidad, lo que pensaba y lo que quería y después de mucho tiempo lloré, pude desfogar toda esa angustia, nostalgia; de pronto no había nadie más que yo y la taza de chocolate aún caliente a mi costado. Cuando levanté la mirada, Toto seguía mirándome, su puso de pie, me dio un beso en la frente y salió de la habitación; cuando regresó me dijo: -El cuarto de mi hija está libre, quédate hoy en él, ya es muy tarde y no acostumbro manejar a esta hora, puede ser peligroso; mañana salimos temprano, te dejo en tu casa, te llevo al trabajo, te recojo, y terminamos esta conversación, por hoy ha sido suficiente-. Con él estaba de más rehusarme, no sé si por respeto o porque en verdad necesitaba su ayuda. Así que, sin decir nada fui al cuarto de Malvina (hija de Toto) y me quedé profundamente dormida.
 
Al día siguiente las actividades fueron tal y como mi buen amigo las describiera la noche anterior; por la noche me llevó a un lugarcito muy lindo a cenar.
Mi celular dio la alarma de llamada, era un compañero de trabajo que me invitaba al cine con todos los demás por celebrarse el cumpleaños de Daniela, rehusé de inmediato (era lo que comúnmente solía hacer) disculpándome por tener otras actividades programadas.
 
Hubo un total mutismo en la mesa hasta que Toto alegremente me preguntó -¿cuántos años tienes?-, tímidamente contesté -treinta-.
- Eres muy joven aún, no mereces encerrarte y menos aún, seguir viviendo en un pasado que ya fue, lejano, que no volverá… lo que en realidad extrañas no es lo que dejaste, lo que en realidad extrañas es a ti misma disfrutando de la vida. Tal vez esperas que te pregunte ¿por qué no sales? ¿por qué no tiene amigos? ¿por qué sin estar sola estás sola? ¿qué o a quién esperas?, pero ninguna pregunta haré, menos te consolaré. Tú, ya no necesitas consuelo, estás muy crecida, muy madura y muy vivida para eso. Hija, la vida no es mejor o peor si te encierras en ti… la vida es vida siempre y cuando la vivas-.
 
Terminó su frase, dijo que debía retirarse porque tenía un compromiso con unos amigos, yo creo que mentía y que simplemente sabía que debía dejarme sola, me abrazó y besó como un padre lo haría con su hija, vi como se perdía lentamente entre la multitud.
 


Y allí estaba yo, disfrutando del postre a las 8 de la noche; de pronto un sentimiento lejano vino lentamente hacia mí. Un día antes me sentí como la niña del nido miedosa porque sus padres la dejaban sola pero, era necesario ¿qué pasa luego? Pasa que el otro mundo lejos de los padres es también muy lindo pues están los amigos, la maestra, los juegos, las tareas y eso nos llena y nos hace crecer. Ya era hora de ingresar a ese nido y vivir todas esas maravillas.
De regreso a casa, decidí que iba a empezar a disfrutar de mi casa, de mis libros, de mi trabajo, de mis cosas y de mi vida. Nuevamente la alarma telefónica  anunciando una llamada - ¿Aló? Buenas noches -
– Hola Lais, aunque sé que dijiste que tenías otros compromisos, igual llamo para informarte que cambiamos la hora para ir al cine, iremos a la última función ¿vienes?, Lais ¿estás?-
– Hola Daniela, sí, voy con ustedes, nos vemos a las 10, mi compromiso se canceló-.
 
Y era muy cierto, el compromiso de quedarme en casa y marchitarme como cualquier flor olvidada… había terminado, cogí las llaves de la casa, la última mirada en el espejo y al abrir la puerta sentí que era otra vida la que empezaba.
 
Hoy siento que de verdad tengo una nueva vida y no puedo escribir más porque es hora de ir a ver la obra teatral de Toto ¿qué? ¿No se los dije? Toto, mi buen Toto ¡es un gran actor!


Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2013


Imagen utilizada de
https://www.pinterest.com/pin/140806230874543/
https://www.pinterest.com/pin/319755642304619619/
https://www.pinterest.com/pin/27303141483915659/

sábado, 27 de abril de 2024

POEMA: CUANDO MENCIONO TU NOMBRE

Cuando menciono tu nombre
mi corazón llora en silencio
duele el alma hasta morir
y quiero gritar hasta cansarme.
 
Cuando menciono tu nombre
creo verte frente a mí,
trato de alcanzarte
y te desvaneces en el aire.
 
Cuando menciono tu nombre
es como tomar veneno
cada día voy muriendo
sin que sepas de mí.
 
Cuando menciono tu nombre
ya no puedo llorar
este dolor es tan grande
y cada día es a rabiar.
 
Cuando menciono tu nombre
lo hago como si hubieras muerto
es la única forma en la que me resigno
el haberte perdido.

Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2007


Imagen utilizada de
https://www.pinterest.es/pin/747175394404126474/

jueves, 25 de abril de 2024

POEMA: ME QUEDÉ

https://za.pinterest.com/pin/53480314312477955/
Naufragué en un charquito de estrellas
y anclé en la luna perdida
porque llegué tarde a tu vida
y tú... muy temprano  a la mía.
 
Aquí en mi mundo perdido
está lloviendo recuerdos
lejanos, tristes y bellos
de aquellos momentos soñados.
 
Sola con mis depresiones
pienso que no te perdí
porque jamás te tuve
tal vez ni real fuiste.
 
Naufragué, anclé y me quedé
en la isla de la soledad
viviendo lejos de ti… de mí
lejos de un nosotros temporal.

Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2006


Imagen utilizada de
https://za.pinterest.com/pin/53480314312477955/

martes, 23 de abril de 2024

POEMA: SALIR DE MÍ

 
Se me ha vuelto rutinario
el despertar y querer llorar
no sé qué sueño
menos que pasa en mi interior,
pero la opresión está allí
clavada y no quiere salir.
 
He buscado la forma de despertar
sin que los recuerdos
me tengan que afectar
intentar sonreír pero sincera y alegremente
no por cumplir
y a la gente tener que fingir.
 
Pesadillas vagan
imágenes me rondan
quizá por miedo o tal vez por culpa
que me abraza cada  día
y recuerdan mi cobardía
y confusión ante la vida.
 
Cuando terminará esta prisión mía
que me atormenta y lastima
Cómo poder escapar
sin herirme, olvidar el pasado
creer en el presente y mirar el futuro
olvidando lo que dice la gente.


Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2023

sábado, 20 de abril de 2024

CRÓNICA: DESDE MI VENTANA-DURANTE LA PANDEMIA


Desde mi ventana he visto muchas cosas pasar: el viento fuerte, muchas personas vestidas para diferentes estaciones del año, niños, mujeres y hombres… todos cambiando a través del tiempo, vecinos nuevos, personas que van y vienen, chatarreros que de vez en cuando pasan pregonando y hasta afiladores de cuchillos con su silbido característico, pero nada, nada, me prepararía para lo que vendría después. Ver calles vacías, sin niños, personas o animales, nada me preparó para luego ver personas cubiertas, tapadas, protegidas por tapabocas o protectores faciales.
 
En un abrir y cerrar de ojos parece que entré en una película de ciencia ficción, de esas en las que la gente se enferma, pero los científicos encuentran rápidamente la cura y todos regresamos a la normalidad o de esas en las que parece que el mundo se va a terminar, pero mágicamente aparecen héroes con poderes y nos liberan del mal.
 
En esta versión de la historia todos somos súper héroes, todos somos responsables, todos somos protagonistas, todos somos… uno.
 
El año pasado veíamos con cierto relajo en las noticias como en China se desató el llamado “Coronavirus”, una enfermedad que iba enfermando y matando personas; esa realidad nos parecía lejana, sin embargo, este año debido a múltiples razones médicas, científicas, religiosas o cualquiera de ellas y hasta ninguna, el virus llegó directo y sin escalas a mi querido país, Perú.
 
He perdido amigos, familiares y conocidos, he llorado las pérdidas y con profunda pena les rendí un adiós lejano porque no había forma de despedirlos como es la costumbre. También, me he indignado terriblemente con la indiferencia de la gente, la criollada de algunos, la desidia de muchos y la viveza de otros que llegaron al poder dizque para ayudar al más necesitado.
 
He sentido miedo, angustia, tensión, sentimientos encontrados al ver y escuchar cada día las noticias, sin embargo, el ser humano es capaz de sacar fuerza, sanar y, sobre todo, aprovechar las oportunidades como lo hice yo haciendo un alto a mi vida. Ha sido tiempo de parar, dejar de correr para encontrarme y retomar mucho de mí que estaba olvidado.
 
Tomar decisiones difíciles bajo estas circunstancias es cosa de valientes y creo que yo lo soy, porque he tenido que renunciar a mucho para ganar, retroceder un poco solo para tomar impulso y hacer una limpieza mental-emocional. De pronto mi cerebro y mi corazón se han desconectado y la reconexión ha sido dura, una batalla interna entre el desaliento y esa chispa de luz que motiva y recupera el ánimo, las ganas de seguir y vivir. He salido airosa del mal tiempo gracias al apoyo de ángeles terrenales llamados familia.
 
Esta pandemia lo cambió todo y nos cambió a todos, nos quitó mucho pero también nos regaló algo que estábamos olvidando y era “valorar el tiempo y la vida”. Este tiempo me ha permitido no sólo ver desde mi ventana hacia afuera sino hacia mi ventana interior. Todos tenemos ventanas en casa y es importante limpiarlas, sino todos los días, pues, dejando un día o hasta una vez a la semana porque si nunca las limpiamos, se empañarán y no nos dejarán ver lo maravilloso que es el mundo, como lo hermoso que tenemos en el alma.
 
El mundo sufre mucho, las pérdidas son dolorosas, podemos contar los muertos por miles, los cambios son complicados y ha sido tan rápido y abrumador que afectó nuestra forma de vida, nuestras costumbres. Sin darnos cuenta de marzo hemos pasado a septiembre.
Los que somos padres ahora somos docentes, psicólogos, terapistas, profesores de educación física, de danza, decoradores, cocineros y pasteleros en potencia. El tiempo pasa volando y debemos lidiar el día a día con las frases de nuestros hijos “estoy aburrido”, “tengo hambre”, “ya me cansé de la tarea”, “quiero salir al parque” o “¿por qué aún no podemos salir?”
 
Esta pandemia sacó y saca lo mejor de uno o lo peor porque, si vemos a diario la televisión nos damos cuenta que existen personas indiferentes, sin luz de esperanza, sin el mínimo destello de asertividad. Cada día perdemos gente, eso debería bastar para hacernos reflexionar y mejorar como personas; hacer un alto, respirar, descansar y volver a arrancar lento, despacio, seguros y firmes.
 
Hoy, miro desde mi ventana y el panorama no es alentador, pero veo hacía mi ventana interior y hay mucha esperanza, mucho ánimo, mucho optimismo y quiero creer que los seres humanos nos daremos cuenta que nadie vendrá a salvarnos más que nosotros mismos, nadie más que yo o que tú porque podemos ser y hacer la diferencia.
 
Espero que pronto pueda volver a ver por mi ventana y ver gente sonriente, trabajadores honrados, niños corriendo sin miedo. Espero también, que pronto pueda abrir esa puerta y salir con los brazos abiertos para abrazar nuevamente a mi gente, a mi familia, a la vida. Reflexionando sobre los errores del pasado, ese pasado que nos permitirá mejorar el futuro y vivir un presente con dignidad y responsabilidad.
 
Ya es hora de cerrar la ventana por hoy, de ir a descansar y soñar… soñar con un mundo sano, con salud física, ambiental y, sobre todo, emocional. ¡Buenas Noches!


Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2020

jueves, 18 de abril de 2024

POEMA: MI PEOR IMPOSIBLE


Mi peor imposible no sabe lo que su corazón quiere
sus decisiones lo aterran
sus actos lo hacen feliz, pero pocos son verdaderos
su risa es verdadera, pero en las noches sus miedos lo agobian.
 
¿Quién entenderá tu corazón mi amor?
no seré yo, porque tus ojos no tienen largo alcance
para mirarme como te miro 
para fijarte bien en mis ojos cuando te observo.
 
Basta para mí compartir una broma
bailar un baile entre cien
saber que estás aquí conmigo
no como quisiera, pero estás.
 
Mi peor imposible… ése eres tú, mi eterno amor imposible
sabes que estoy acá pero no me ves
y vendrán miles y se irán más
yo seguiré a tu lado, pero tú no me verás.
 
Eres demasiado listo para mí
me perdería en tus mentiras,
pero moriría por tus besos
tu ternura me enloquecería.
 
Lo peor sería que no te odiaría
por eso eres mi peor imposible
porque a pesar de todo… lo bueno y lo malo
te seguiría perdonando y amando.


Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2009

martes, 16 de abril de 2024

POEMA: TUS PATADITAS

Una patadita aquí
otro golpecito allá
un jaloncito certero,
todo se estira
todo conspira
para que estés listo
y te abras camino solito.
 
Unas cosquillas tímidas
me anuncian que despertaste
que tienes hambre
que te asustaste
o simplemente estás allí.
 
Una esfera inmensa
que me irrumpe la visión
no veo mis pies
solo el peso de un bebe
milagro de vida
que se forma de a pocos
dentro, muy dentro.
 
Pequeñito mío
¿Cuándo nacerás?
¿A quién te parecerás?
Te cuido  y te espero
mi pedacito de cielo.


Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2010

sábado, 13 de abril de 2024

ARTÍCULO: MADRES PROFESIONALES-EL RETORNO AL MERCADO LABORAL

Muchas mujeres y me incluyo, tuvimos que hacer un alto (voluntario) a nuestra profesión y desarrollo profesional-laboral para dedicarnos a la educación de nuestros hijos en casa.

Si bien, vamos perdiendo con el tiempo la práctica de trabajar en una corporación o empresa; también vamos ganando experiencia laboral no remunerada ni observada con ojo agudo.
Manejar una casa y educar hijos requiere de mucha habilidad; desarrollamos talentos que no sabíamos que teníamos: artes manuales, cocina, repostería, enfermería, ser maestra, tutora; teniendo en cuenta la administración, organización, coordinación, creatividad, proactividad, desarrollo de relaciones humanas, capacitación sobre temas que desconocemos mientras los niños van creciendo, mejora continua, entre otras capacidades.

No se debe subestimar a una mujer profesional que dejó 2, 3, 4 o 5 años de laborar por dedicarse a su hogar e hijos, no tenemos como obtener un certificado por todas las labores realizadas y la experiencia obtenida. Es posible que poco a poco quedemos relegadas ya sea por la falta de práctica profesional (los vacíos en el CV), por edad o por nuevos requerimientos de las empresas.

Retornar al mercado laboral no es fácil, sin embargo, es posible bajo cierta preparación. El internet y sus avances nos facilita “ponernos al día” como por ejemplo organizar nuestro Curriculum Vitae con nuevos modelos, la actualización en conocimiento de temas que ya dominábamos, la capacitación en nuevos temas y tecnologías. También nos benefician los nuevos modelos de trabajo, no solo el presencial ahora también tenemos los trabajo remotos o híbridos.

A lo largo de los años las mujeres hemos demostrado la suficiente capacidad e inteligencia para superar adversidades, empezar desde cero, ser multitareas; solo necesitamos una oportunidad para demostrarlo.

Autora: María Karla Becerra Cabanillas.
Escrito en el año 2024

POEMA: RELIGIÓN

 

Sonríen dos niños
de diferente religión
se acercan, juegan juntos
y de pronto… son separados.
 
Conversan dos jóvenes
de diferente religión
bromean como dos viejos amigos
y de pronto, son separados.
 
Se abrazan dos enamorados
de diferente religión
se juran tiernamente amar
y de pronto…. son separados.
 
Yo, que veía de lejos
pregunté ¿por qué esa actitud?
alguien me dijo,
uno es cristiano, el otro no.


Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2000

jueves, 11 de abril de 2024

POEMA: NAUFRAGUÉ


He naufragado, he sobrevivido
hubiera preferido morir en alta mar
hundirme en veneno azul
devorada por grandes profundidades.
 
Naufragué y sobreviví
a los cantos de sirena
que atrapan almas solas
que se llevan ánimas desesperadas.
 
He naufragado, he sobrevivido
y rechazo la vida y niego la existencia
y si no morí ahogada
entonces moriré en vida.
 
Naufragué y sobreviví
pude ser feliz más allá
y me quedé a purgar
una culpa propia, un dolor humano.
 
He naufragado, he sobrevivido
para empezar de cero o perderme de nuevo
para navegar en la nada
o ahogarme en el todo.


Autora: María Karla Becerra Cabanillas
Escrito en el año 2000

martes, 9 de abril de 2024

POEMA: NOSTALGIA


Papel y lápiz
para contar una vida;
dolor y llanto
para desfogar las heridas.
 
Las almas solitarias
vagan por el mundo sin cesar
no tienen paradero fijo,
ni amor, ni cariño.
 
Entonces van huyendo
con las maletas del olvido
la inspiración en el bolsillo
y lagrimas como con compañera de viaje.
 
Pintarán bellos paisajes
pasando de sueños a realidades
plasmarán extensos versos
de ilusiones y desamores.
 
Y qué es la vida,
sino el sueño efímero
de aquellas cuyo corazón
poco a poco muere con el tiempo.



Autora: María Karla Becerra Cabanillas
(publicado el 21/11/2010-La Industria)
Escrito en el año 2000

DESTACADOS

POEMA: VOLVER A MÍ

  No se siente tan mal el empezarte a olvidar, el dolor deja de pesar y es más sincero mi respirar. Hoy he vuelto a sonreír y no fue por ti,...